La Papada de Cerdo adobada es uno de esos cortes que enamoran por su textura y sabor profundo. Procedente del cuello del cerdo, esta pieza combina grasa, piel y carne de forma equilibrada, resultando más suave y jugosa que la propia panceta. Adobada con sal, pimentón y romero —siguiendo la misma receta artesanal que usamos para nuestro reconocido Lomo con Cáscara al Romero—, su versatilidad la hace imprescindible en cualquier cocina con inquietud gastronómica.
Desde salteados rápidos hasta guisos de cuchara o pastas como una auténtica carbonara, esta pieza de 800 gramos aprox.
Y por supuesto, no podemos dejar de mencionar un disfrute que muchos descubren por sorpresa: tomarla tal cual, en crudo. Cortada fina como un embutido, la papada curada es un bocado exquisito que se funde en la boca, perfecta para acompañar con pan, picos o un buen vino.
Una joya que eleva cualquier receta… o que brilla por sí sola.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.